DIAGNOSTICO
El diagnóstico de una fractura de cadera generalmente implica una combinación de evaluación clínica, pruebas de diagnóstico por imágenes y análisis de la historia clínica del paciente. Aquí hay algunas de las etapas típicas del proceso de diagnóstico:
Historia clínica y examen físico: El médico comenzará por recopilar información sobre los síntomas del paciente, cualquier lesión previa en la cadera y cualquier factor de riesgo para fracturas de huesos, como osteoporosis. Luego realizará un examen físico para evaluar el dolor, la movilidad y la estabilidad de la cadera afectada.
Radiografías: Las radiografías son la herramienta de diagnóstico por imágenes más comúnmente utilizada para evaluar las fracturas de cadera. Se pueden realizar radiografías anteroposteriores de la pelvis y vistas laterales de la cadera para visualizar la ubicación y el tipo de fractura.
Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM): En algunos casos, especialmente si la fractura es compleja o si hay sospecha de lesiones adicionales, como lesiones de tejidos blandos, se puede realizar una TC o una RM para obtener imágenes más detalladas de la cadera y las estructuras circundantes.
Análisis de sangre y pruebas de laboratorio: Se pueden realizar análisis de sangre para evaluar la función renal, la coagulación sanguínea y los niveles de calcio en suero, especialmente en casos de fracturas traumáticas graves o en personas con sospecha de osteoporosis.
Evaluación funcional y del estado general del paciente: Además de evaluar la fractura en sí, es importante evaluar la función y el estado general del paciente, especialmente en personas mayores o con condiciones médicas preexistentes. Esto puede incluir la evaluación de la capacidad para caminar, la presencia de dolor o incomodidad, y la evaluación de cualquier factor que pueda influir en el tratamiento y la recuperación.
Una vez que se completa el proceso de diagnóstico, el médico podrá determinar el tipo de fractura de cadera, su ubicación y gravedad, y planificar el tratamiento más adecuado. En la mayoría de los casos, una fractura de cadera requerirá atención médica urgente y, en muchos casos, cirugía para reparar el hueso fracturado.
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TRATAMIENTO
El tratamiento para una fractura de cadera depende del tipo de fractura, la salud general del paciente y otros factores individuales. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el tratamiento implica una combinación de medidas conservadoras y, a menudo, cirugía. Aquí hay un resumen de las opciones de tratamiento comunes:
Cirugía ortopédica: La mayoría de las fracturas de cadera requieren cirugía para reparar el hueso fracturado y restaurar la función normal de la cadera. Los procedimientos quirúrgicos comunes incluyen:
Reducción y fijación interna: En este procedimiento, los fragmentos de hueso se realinean y se fijan en su lugar con placas, tornillos o clavos.
Artroplastia total de cadera (prótesis): En algunos casos, especialmente en fracturas más graves o en personas mayores con artrosis previa, se puede realizar una artroplastia total de cadera, donde se reemplaza la articulación de la cadera fracturada con una prótesis artificial.
Rehabilitación y fisioterapia: Después de la cirugía, se requiere rehabilitación para ayudar al paciente a recuperar la movilidad y la fuerza en la cadera afectada. Esto puede incluir ejercicios de rango de movimiento, fortalecimiento muscular, entrenamiento de equilibrio y técnicas de marcha.
Manejo del dolor: Se pueden recetar medicamentos para controlar el dolor y reducir la inflamación durante el período de recuperación. Esto puede incluir analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno, o medicamentos recetados más fuertes si es necesario.
Prevención de complicaciones: Durante el período de recuperación, es importante prevenir complicaciones como coágulos sanguíneos, neumonía o úlceras por presión. Esto puede implicar medidas como movilización temprana, terapia de compresión, ejercicios de respiración y cambios de posición frecuentes.
Manejo de factores de riesgo: Después de la recuperación, es importante abordar los factores de riesgo subyacentes que contribuyeron a la fractura, como la osteoporosis, para reducir el riesgo de fracturas futuras. Esto puede incluir cambios en la dieta, suplementos de calcio y vitamina D, medicamentos para la osteoporosis y medidas para prevenir caídas.
El tratamiento específico para una fractura de cadera será determinado por el médico en función de la gravedad de la lesión, la salud general del paciente y otros factores individuales. Es importante seguir las recomendaciones del médico y el equipo de rehabilitación para optimizar la recuperación y reducir el riesgo de complicaciones. Programa tu cita aquí.