DIAGNOSTICO
El diagnóstico de una fractura de radio distal generalmente se realiza mediante una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de diagnóstico por imágenes. Aquí hay algunas etapas típicas en el proceso de diagnóstico:
Historia clínica: El médico recopilará información sobre cómo ocurrió la lesión, los síntomas que experimentas y tu historial médico previo.
Examen físico: El médico examinará cuidadosamente tu muñeca y antebrazo, buscando signos de inflamación, deformidad, sensibilidad y movilidad limitada.
Radiografías: Las radiografías son la herramienta de diagnóstico más comúnmente utilizada para confirmar una fractura. Se toman imágenes de la muñeca desde diferentes ángulos para evaluar la ubicación y el tipo de fractura.
Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM): En algunos casos, especialmente si la fractura es compleja o hay sospecha de lesiones adicionales, se pueden utilizar imágenes más detalladas, como una TC o una RM.
Una vez que se haya confirmado el diagnóstico de fractura de radio distal, el médico determinará el tratamiento adecuado según la gravedad de la fractura y otros factores, como la edad y la salud general del paciente. Esto puede incluir la inmovilización con un yeso o una férula, la reducción cerrada (reposicionamiento de los fragmentos de hueso sin cirugía), o en casos más graves, la cirugía con fijación interna o externa de la fractura. Conoce más aquí en https://drperalestraumatologo.com/
TRATAMIENTO
El tratamiento de una fractura de radio distal depende de varios factores, como la gravedad de la lesión, la edad y la salud general del paciente, así como el grado de desplazamiento de los fragmentos de hueso. Aquí hay algunas opciones de tratamiento comunes:
Inmovilización: Si la fractura no está desplazada o está mínimamente desplazada, es posible que se necesite solo inmovilización con un yeso o una férula durante varias semanas para permitir que los huesos sanen adecuadamente. Durante este tiempo, es importante evitar cargar peso sobre la muñeca afectada.
Reducción cerrada: Si la fractura está desplazada, el médico puede intentar una reducción cerrada, que implica manipular los fragmentos de hueso de manera cuidadosa para realinearlos sin cirugía. Después de la reducción, se puede aplicar un yeso o una férula para mantener la posición correcta durante la cicatrización.
Cirugía: En casos de fracturas más graves, especialmente aquellas en las que los fragmentos de hueso están significativamente desplazados o hay complicaciones, puede ser necesario realizar una cirugía. Esto puede implicar la fijación interna (utilizando placas, tornillos o clavos) o la fijación externa (utilizando un marco externo) para estabilizar la fractura y permitir la curación adecuada.
Rehabilitación: Después de que se retire el yeso o la férula, es posible que se necesite terapia física para ayudar a restaurar la fuerza, la movilidad y la función de la muñeca afectada. Los ejercicios de rehabilitación pueden ser importantes para prevenir la rigidez y mejorar la recuperación.
Es importante seguir las recomendaciones del médico y del fisioterapeuta durante todo el proceso de tratamiento y rehabilitación para asegurar una recuperación completa y evitar complicaciones a largo plazo. Programa tu cita aquí.