Las fracturas afectan a todos los seres humanos en algún momento de sus vidas. Sin embargo, durante la etapa de niñez y vejez es cuando los huesos pasan procesos que los vuelve frágiles, haciéndolos propensos a sufrir lesiones graves. Pero en esta sección verificaremos si es necesario esta inmovilizados para convalecernos.
¿Qué tipo de lesión es una fractura ósea?
Quirúrgicamente hablando, es definida como la perdida continua del tejido ósea. Existe una gran cantidad de tipos de fracturas, atendiendo al mecanismo de producción, la etiología, el patrón de interrupción del tejido óseo, el desplazamiento de los fragmentos, la localización y la existencia conjunta de lesiones en las partes blandas.
Toda lesión y fractura son producidas por un desequilibrio entre la carga mecánica y resistencia del tejido óseo. Cuando esta carga excede la capacidad de resistencia, en respuesta el tejido se rompe. Afortunadamente, el avance de la ciencia ha permitido crear métodos rápido de reconstrucción de huesos como la órtesis.
¿Por qué se inmoviliza tras una fractura ósea?
Durante el transcurso de nuestras vidas hemos presenciado como alguno de nuestros seres querido ha sufrido un tipo de fractura ósea, así como también hemos presenciado su proceso de rehabilitación y las pruebas radiográficas y terapéuticas que pasan para convalecer. Y como comúnmente tenemos conocimiento, los médicos que los atienden les impone inmovilización parcial de su rutina diaria tras el descarte de la una cirugía que reconstruya los tejidos.
Analizando mediante una analogía sobre la resistencia del tejido óseo y la carga mecánica, podríamos representar su relación a través del ejemplo de una planta y el agua para regar a la misma. Si regamos con demasiada agua (carga mecánica) y bastante frecuencia, la planta no será capaz de asimilarla, y muy probablemente quede dañada.
Esto mismo ocurriría si sufrimos un impacto, como una caída, un traumatismo o ejercer una actividad constante sin medir las consecuencias cuya fuerza excede la resistencia del tejido óseo, produciéndose una fractura.
Si mi planta (que representa al tejido óseo) se ha visto dañada, entendemos que necesitará cuidados especiales para recuperarse. En la lista de estos cuidados especiales incluimos la inmovilización a través de la férula de yeso, eliminamos cualquier tipo de carga mecánica sobre el tejido óseo. Esto, representado con el ejemplo de la planta, sería como dejar de regar a la misma.
Y aquí viene mi pregunta: ¿Qué ocurre cuando dejas de regar una planta? Obviamente, la falta de agua no es para nada positiva. De la misma forma, la ausencia de carga mecánica no es favorable para los procesos de osteosíntesis. ¿Por qué? La extremidad fracturada asimilará esto como normal, produciendo cierta incapacidad de respuesta rápida a los estímulos del exterior. Por así decirlo, cuando el usuario vuelva a la rutina normal, caminar y hacer las actividades que hacía antes serán difíciles.
La inmovilización no es necesaria tras una fractura, la carga mecánica sí.
Después del análisis del artículo realizado, concluimos que la inmovilización no es superior en la recuperación de una fractura. La evidencia científica muestra tal través de una gran cantidad de estudios que es necesario mantener cierta carga mecánica para favorecer los procesos de curación del tejido óseo.
A pesar de que aún hoy es común encontrar a pacientes que han sido inmovilizados tras sufrir una fractura, los profesionales debemos de formarnos en estrategias de recuperación durante periodos de inmovilización.