La cirugia de tobillo es la opción quirúrgica más recomendada por los traumatólogos para aliviar el dolor de tobillo causado por una artritis severa o una fractura grave en el área. Existen dos tipos de cirugia de tobillo:
- Reemplazo de tobillo. Este tipo de cirugia de tobillo consiste en extraer los fragmentos de los huesos dañados y colocar en su reemplazo una articulación hecha de metal y plástico. Esta articulación artificial disminuye el dolor y ayuda al tobillo a moverse naturalmente, de modo que evita la aparición de artritis en las articulaciones cercanas. Esta operación es recomendable para adultos mayores de 60 años o personas con ritmo de vida poco activo, pues tener esta prótesis impide correr, saltar, hacer ejercicios de alto impacto, etc.
- Fusión de tobillo. Esta operación quirúrgica consiste en raspar los extremos de los huesos lesionados y sujetarlos mediante tornillos y placas metálicas. En el proceso de recuperación, los huesos se fusionan formando uno solo. Esta intervención alivia el dolor ocasionado por la artritis de forma exitosa y casi inmediata. Por lo general, se suele recomendar esta fusión a personas jóvenes, ya que, a diferencia del reemplazo de tobillo, no limita las actividades físicas. Con una fusión de tobillos las personas pueden volver a correr, jugar, hacer ejercicios, entre otras cosas.
Es importante mencionar que el tipo de cirugía adecuado para cada paciente dependerá de cuatro factores: la edad, el nivel de actividad, la gravedad del daño y la deformidad en la articulación.
Cuidados luego de una cirugia de tobillo
El éxito de una recuperación total tras un cirugia de tobillo depende de muchos factores, algunas se pueden controlar otras no. Por ejemplo, la gravedad de la lesión, el tipo de cicatrización, los problemas médicos añadidos como la alergia a algunos medicamentos, la insuficiencia vascular, entre otros. Pero, también depende mucho de los cuidados y el compromiso que tenga el paciente con la realización de sus ejercicios de rehabilitación.
Por eso, es importante acudir a un fisioterapeuta luego de este tipo de intervenciones. Ellos pueden, con sus ejercicios, ayudar a los pacientes a fortalecer el músculo y mejorar la movilidad de la articulación dañada. Estos son algunos de los ejercicios que recomiendan:
- Flexión plantar de tobillo:
Lo primero que tienes que hacer es sentarte en una superficie plana. Luego estire la pierna afectada y apoyela en el suelo. La otra pierna tiene que estar flexionada con ese pie tocando el suelo. Ahora, manteniendo derecha la pierna lesionada, flexione el pie hacia abajo de tal forma que los dedos miren hacia afuera del cuerpo. Luego, despacio regrese el pie a la posición inicial. Repita de 8 a 12 veces.
- Alfabeto con el tobillo:
Este ejercicio requiere que te sientes sobre una silla con los pies firmes en el piso o también, puedes realizarlo echada con la pierna lesionada apoyada en una almohada. Ya en posición, levante del suelo el talón afectado y dibuje lentamente las letras del alfabeto.
- Levantamiento de talón:
Para este ejercicio es necesario la ayuda de una silla. Con las manos apoyadas en la encimera, levante lentamente los talones del suelo mientras mantiene las rodillas lo más derechas posible. Mantenga esta postura por seis segundos, inmediatamente después baje los talones hacia el piso. Realice este ejercicio al menos 8 veces.
- Dorsiflexión del tobillo:
Este ejercicio requiere que se siente en el piso con la pierna lesionada estirada. La pierna libre debe estar correctamente flexionada con el pie tocando la superficie. Manteniendo esta posición, flexione con suavidad el pie hacia su cuerpo de forma que los dedos apunten hacia arriba. Seguidamente, relaje su pie hasta lograr la posición inicial. Repita el ejercicio de 8 a 12 veces.
- Flexión plantar de tobillo con resistencia:
De forma delicada siéntese en el suelo y estire la pierna afectada. La pierna libre debe estar flexionada y tocando el suelo. Ya en esta posición, rodee el pie lesionado con una banda elástica. Es importante que posicione esta herramienta debajo de los dedos del pie. Luego estire la banda con las manos manteniendo derecha la pierna afectada. Mientras se realiza la presión, flexione el pie hacia abajo de tal forma que los dedos del pie miren hacia afuera.
- Dorsiflexión del tobillo con resistencia:
Para este ejercicio ate los extremos de dos bandas elásticas y forme un círculo con ella. Sujete un extremo de ese círculo a un lugar resistente, puede ser, la pata de una silla, una puerta, etc. Hecho esto, siéntese en el suelo y envuelva la parte superior del pie afectado con el extremo libre de la banda. Ahora toca hacer fuerza. Con las piernas y rodillas estiradas, flexione el pie hacia su cuerpo hasta que logre estirar la banda elástica. Luego de 6 segundos, afloje lentamente. Tiene que repetir el ejercicio de 8 a 12 veces.
Su médico especialista o su fisioterapeuta le dirá a los cuantos días de haberse realizado la cirugia de tobillo podrá comenzar con estos ejercicios y cuales de ellos le funcionará mejor de acuerdo a su caso.