Ruptura del tendón de aquiles

Como Diagnosticar y Tratar Una Ruptura Del Tendón De Aquiles

Como diagnosticar la ruptura del tendón de aquiles

El diagnóstico de una ruptura del tendón de Aquiles generalmente implica una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de diagnóstico por imágenes. Aquí hay algunas etapas comunes en el proceso de diagnóstico:

  1. Historia clínica: El médico comenzará obteniendo una historia clínica detallada, preguntando sobre cómo ocurrió la lesión, los síntomas experimentados y cualquier antecedente médico relevante, como lesiones anteriores en el tobillo o el tendón de Aquiles.
  2. Examen físico: El médico realizará un examen físico completo del tobillo y la pierna afectados. Esto puede incluir la evaluación de la hinchazón, la sensibilidad, la fuerza muscular y la amplitud de movimiento. Durante el examen, el médico también puede realizar pruebas específicas para evaluar la integridad del tendón de Aquiles, como la prueba de Thompson, en la que se aprieta la pantorrilla y se observa si hay movimiento en el pie.
  3. Pruebas de imagen: Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como la ecografía, la resonancia magnética (RM) pueden utilizarse para confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión de la lesión. La ecografía es útil para visualizar directamente el tendón de Aquiles y detectar cualquier ruptura o anomalía en su estructura. La RM proporciona imágenes detalladas de los tejidos blandos y puede ayudar a determinar la gravedad de la ruptura y si hay lesiones asociadas en el área.
  4. Radiografías: Aunque las radiografías no siempre son necesarias para diagnosticar una ruptura del tendón de Aquiles, a menudo se realizan para descartar lesiones óseas asociadas, como fracturas por avulsión en el calcáneo (hueso del talón) o espolones óseos en el área del tendón.

Es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha una ruptura del tendón de Aquiles. Un diagnóstico preciso y temprano es fundamental para un tratamiento adecuado y una recuperación exitosa.

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TRATAMIENTO

El tratamiento de una ruptura del tendón de Aquiles puede variar según la gravedad de la lesión, la edad y la salud general del paciente, así como las preferencias del médico. Los enfoques comunes de tratamiento incluyen:

    1. Tratamiento no quirúrgico (conservador):
        • Inmovilización: Inicialmente, se puede aplicar un yeso, una bota ortopédica o una férula para mantener el tobillo en posición neutral y proteger el tendón de Aquiles mientras cicatriza. El período de inmovilización puede durar varias semanas, seguido de un período de uso gradual del pie con el soporte de dispositivos ortopédicos.

        • Terapia física: Una vez que se retira la inmovilización, se inicia la terapia física para restaurar la fuerza, la flexibilidad y la funcionalidad del tendón de Aquiles y los músculos circundantes. Esto puede incluir ejercicios de estiramiento, fortalecimiento, equilibrio y coordinación.

        • Control del dolor y la inflamación: Se pueden recetar analgésicos y antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para controlar el dolor y reducir la inflamación durante el proceso de curación.

    1. Tratamiento quirúrgico:
        • En algunos casos, especialmente cuando la ruptura del tendón de Aquiles es completa, desplazada o asociada con complicaciones, puede ser necesaria la reparación quirúrgica. Durante la cirugía, el tendón se sutura y se puede reforzar con un injerto si es necesario.

        • Después de la cirugía, se sigue un protocolo de rehabilitación similar al tratamiento no quirúrgico, con énfasis en la protección del tendón reparado y la restauración gradual de la función.

El tratamiento específico recomendado dependerá de varios factores, incluida la gravedad de la lesión, la edad y la actividad del paciente, así como la preferencia del médico tratante. Es importante seguir las recomendaciones del médico y el programa de rehabilitación para optimizar la recuperación y prevenir la recurrencia de la lesión. En general, el tratamiento temprano y adecuado puede ayudar a minimizar las complicaciones y mejorar los resultados a largo plazo. Programa tu cita aquí.

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